09 marzo 2006

Ética corrupta

Existen muchos tipos de ética: la política, la periodística, la religiosa...Todas convergen hacia una nueva ética. La pérdida de valores, la ambición, la avaricia y el poder; convierten deseos, pensamientos e ideas injustificables, en las nuevas normas morales que rigen la conducta humana, creando una sorprendente antítesis, la "ética corrupta".

Los políticos -representantes del pueblo-, hace tiempo que olvidaron aquello que juraron defender.

Los periodistas -la voz del pueblo-, son incapaces de recordar por qué se convirtieron en profesionales de la información y de la opinión -una opinión politizada se convierte en una imposición-.

Los religiosos, incapaces de innovar sus doctrinas y creencias, creyendo que así conservan su ética, se convierten en políticos y periodistas de la confusión y la culpabilidad.

La justicia -la base fundamental de toda sociedad-, se corrompe desde el momento en que pierde su independencia respecto del sujeto juzgado.

Cuando aquello que, por definición, no debería poder corromperse, se vuelve corrupto, la sociedad se enfrenta a un nuevo enemigo, la decadencia.