29 octubre 2006

Conservar conocimiento

Alejandro Magno extendió su imperio desde Italia hasta la India, con la fuerza bruta pero también con el conocimiento de su parte. Esta unión forzosa de parte del mundo antiguo propició el intercambio de experiencias y pareceres, enriqueciendo los conceptos e ideas que manejaba el ser humano. Como prueba de ello, la Biblioteca de Alejandría reunió un indeterminado volumen de datos e información, que con los siglos de su existencia convirtió en conocimiento. Pero todo aquello se perdió. Creo que, de alguna manera, aquello que se descubre, aquello que surge de la curiosidad deja una impronta que se hereda para siempre. Es decir, que aunque el fuego destruyese todo documento, en cualquier formato, testigo de todo lo que sabemos, tarde o temprano volvería. Sin embargo, esto podría tener sus excepciones, como todo en la vida. Así que me pregunto: ¿Cuánto habremos perdido?, ¿Cómo afecta eso a la evolución de nuestras sociedades?, ¿Dónde podríamos estar ahora de no ser por el infortunio mezclado con la certeza de nuestra vanidad?.

Aquí es donde me gustaría resaltar la importancia de registrar, conservar y compartir. Tal vez suene un poco ingenuo pero, ¿has imaginado cómo sería el mundo de haber invertido más en ese potencial?. Es posible que este blog existiera con otro propósito más elevado que el de revelar nuestras miserias y las de quienes nos rodean, aunque la crítica siempre resulta una gran solución contra la alienación y la desidia.

Pero volvamos al conocimiento, sin duda la llave que abrirá las puertas de la percepción. Una vez abiertas todo cambiará, lentamente según nuestra visión del tiempo, pero a gran velocidad desde el punto de vista de aquellos que están por llegar. La verdadera cuestión a responder es: ¿Queremos que esa impronta adquiera conciencia es nuestro interior?.

Supongo que sigue siendo una de esas ataduras ancestrales que contribuyen a nuestro estancamiento como especie y supongo que algún día cambiará. Sólo quiero recordar que el cambio es necesario y que, siendo una opción personal pensemos en el beneficio a largo plazo. Somos los únicos seres del planeta con semejante capacidad, la planificación y yo quiero aprovecharla.