13 agosto 2007

Dinero pa pipas!!!

Ésteeeee...¿y qué podemos agregar? Pues bien podríamos añadir muchos más conceptos al ya de por sí elevado sueldo de algunos de nuestros respectivos alcaldes. Asistencia a comisiones, a plenos, a cosas raras con nombres aún más complejos. Por todo ello, nuestros sacrificados ediles perciben el vil metal. Aunque probablemente la vileza desaparezca bajo el aplastante peso de unos 7.000 euracos!!! Dicho sueldo, establecido en base a criterios muy superiores a nuestro humilde entender y que, por nuestra propia seguridad jamás deberemos conocer ni cuestionar (no pensar, felicidad), es lo que cobra el alcalde de Santa Cruz de Tenerife y de la Matanza, por ejemplo.

Pero la cuestión no es cuánto cobran, la verdadera cuestión es cómo pueden sobrevivir con tan poco y qué podemos hacer nosotros, ciudadanos de a pie por ayudarlos. Queridos hermanos, desde esta tribuna les invito a ser solidarios con el prójimo, a retribuir como merecen su abnegada entrega. Aleluya hermanos! ya siento cómo el dinero fluye, respaldando la obra de Dios (nota: Dios, será sustituido por el lector mediante la palabra Alcalde). Oh sí, hemos ganado el cielo!!

La puta realidad es que habremos ganado el cielo, pero en la tierra nos la meten doblada y sin rechistar. Para información de todos: no existen límites a las retribuciones de los alcaldes, siendo ésta una cuestión filosófica que lleva siglos irresoluta conviviendo con la humanidad.