28 agosto 2007

Basado en hechos reales

La siguiente escalofriante historia, está basada en una serie de acontecimientos, recientes en el tiempo aunque presentes desde hace mucho en la memoria de cualquiera que se haya enfrentado a la administración pública.

Los hechos:

1. La Viceconsejería de la Presidencia, convoca unas ayudas para la incorporación de doctores, tecnólogos y/o técnicos cualificados a proyectos a realizar en diferentes organizaciones.

2. Toca leer tremendo ladrillo y, como no, surgen las primeras dudas.

3. Descuelgo el teléfono y marco el número que aparece en la siguiente dirección: http://www.gobcan.es/presidencia/index.jsp?page=aciisinform01.htm

4. Como era de esperar no hay absolutamente nadie que pueda responder a una pregunta.

Esto no debe provocar sorpresa o estupor en el lector, es totalmente habitual y el mundo no se acaba por ello. Sin embargo, me veo en la obligación de comunicar esto y de informar al que esté interesado.

Tanto en la delegación de Gran Canaria como en la de Tenerife, de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, dependientes de Presidencia, no existe un pobre diablo que conteste a las llamadas. Bueno en Gran Canaria me contestó el vigilante, ya que la de Tenerife todavía no cuenta con personal adscrito a la misma. Tanto en una isla como en la otra todo el personal, si existe, está de vacaciones.

Digo yo, ¿para qué convocan unas ayudas públicas, cuyo objetivo es la inserción laboral de muchos jóvenes con excelente formación académica, si después la cagan así?. No puedo llegar a otra conclusión: toda iniciativa pública está predeterminada a fracasar y a generar en la población incredulidad y un fuerte sentimiento de impotencia.

Como resultado final la apatía generalizada, la carcajada nerviosa, el asombro pasivo,... la nada.